domingo, 27 de junio de 2010

Ralph Winfred Tyler





En la década del 30 durante una asamblea bastante confusa sobre planeamiento del currículo en el cual se debatían propuestas contradictorias para su lineamiento el doctor R.W. TYLER afirma que debería existir un sistema de pensamiento al respecto. A continuación de dicha Asamblea comenzó a elaborar un esquema con el objeto de establecer una secuencia de pasos para formular y un ordenamiento de medidas que habrían de observarse en el planeamiento del currículo. Sus ideas fueron plasmados en la obra “Principios Básicos del Currículo”, publicada en 1949 por la Universidad de Chicago, donde se desempeñó como profesor y decano de la división de Ciencias Sociales. En la misma plantea dos conceptos básicos, uno acerca de su obra y otro dirigido a los lectores.
Respecto del primero señala que su obra no es un libro de texto, ni tampoco un manual para preparar el currículo. En relación a los lectores presenta una manera de encarar los programas de estudios, sin intención hegemónica, invitándolos a examinar otras propuestas y a encarar la tarea personal y creativa de elaborar un currículo propio y oficial.


Afirma Tyler que los docentes deberán interrogarse sobre:
  • Los fines de la escuela
  • Las experiencias educativas
  • La forma de comprobar el logro de los objetivos propuestos.




Los objetivos educativos deben ser derivados de estudios sistemáticos acerca de los estudiantes, de estudios de la vida contemporánea en sociedad y de análisis de los temas de estudio realizados por especialistas. Estas tres fuentes de objetivos se deben visualizar según la filosofía de la institución educativa y del conocimiento disponible sobre psicología del aprendizaje. Luego los objetivos así derivados deben ser especificados en la forma más precisa y menos ambigua posible, de tal manera que puedan emprenderse esfuerzos de evaluación para determinar en qué medida se han alcanzado.
Con relación a las experiencias educativas los planificadores deben determinar cuáles experiencias que tengan probabilidad de lograr estos objetivos pueden facilitarse. Luego, se verifica la consistencia entre las posibles experiencias y los objetivos así como la economía.
Una vez determinadas las experiencias, el planificador debe organizarlas. Tyler recomienda que exista una secuencia de experiencias dentro de cada campo y una integración de conocimientos entre los diversos campos que requiere el currículo.
Finalmente, el planificador debe determinar si los propósitos educativos están siendo conseguidos.
Así, se desarrollan instrumentos de evaluación objetivos (exámenes, muestras de trabajo, cuestionarios y registros escolares) para verificar la efectividad del currículo.



Critica:


La elaboración del modelo de Tyler, generó en el campo educativo un paradigma pedagógico que acompañó a la educación durante un largo período y como los paradigmas responden a un momento socio-histórico, al desactualizarse evidencian las contradicciones de su propia configuración frente a otras propuestas y otros momentos socio-culturales.
Educar era cambiar los patrones de conducta de los estudiantes; de donde se derivaba que el currículum podía ser construido a través de la especificación de conductas deseables. La evaluación consistía, simplemente, en la verificación del logro de los objetivos.





Referencia Bibliográfica:
1) Posner, G. (2001). Análisis del Currículo. McGraw Hill Interamericana,S.A.


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